Manifiesto para impulsar la accesibilidad universal como prioridad: rehabilitación integral a la vivienda

Actualmente solo un 0,6%¹ de los edificios de viviendas en España son universalmente accesibles y, por este motivo, un 22% de las personas con movilidad reducida han tenido que cambiar de vivienda. En condiciones pre-covid 1,8 millones de personas² precisaban de la ayuda de terceros para salir de sus casas, y 100.000 personas² no salían nunca de sus viviendas debido a la falta de accesibilidad de sus edificios.

Bajo este marco, España tiene previsto destinar el 12% de los 72.000 millones de euros de fondos europeos para impulsar las infraestructuras y los ecosistemas resilientes en diferentes proyectos de transformación. La rehabilitación vinculada a la mejora de la accesibilidad no puede quedar en un segundo plano.

Europa en los próximos años prevé poner el foco en mejorar la eficiencia energética, fomentar las inversiones verdes y digitales, o la instalación de sistemas inteligentes en edificios e infraestructuras como, por ejemplo, placas solares, entre otros, pero la mejora de la accesibilidad en los inmuebles no figura como esencial.

En su medida, estos proyectos deberían contribuir al objetivo Horizonte 2050 y a la “ola de renovación para Europa” bajo los cuales la Unión Europea anhela convertirse en una economía baja en carbono y competitiva, apalancándose en la reducción de emisiones domésticas y la renovación de edificios, entre otros aspectos, teniendo previsto rehabilitar 35 millones de edificios y viviendas.

El rumbo que ha tomado nuestra sociedad y la economía con la aparición de la COVID-19 ha cambiado en gran medida nuestras prioridades poniendo el foco en nuestras viviendas y hogares que durante la pandemia se han convertido en oficinas, clases, zonas de ocio…. Esta situación ha puesto de manifiesto la importancia de disponer de una vivienda adaptada a nuestras necesidades, donde la falta de accesibilidad ha supuesto un agravante para el cada vez mayor colectivo de personas mayores y /o con discapacidad.

Por otra parte, en un contexto con una creciente precariedad económica de nuestras familias y con tasas de desempleo que se acercan al 17%³ , las ayudas para la rehabilitación de edificios son insuficientes. Actualmente, las ayudas en materia de accesibilidad a la vivienda consisten principalmente en la concesión de subvenciones a las comunidades de propietarios donde se subvenciona solamente un porcentaje de las obras a rehabilitar que varía en función de la zona y de la administración competente. Este sistema supone un esfuerzo muy importante para las familias, ya que deben complementar la parte que no cubre la subvención. Esta situación podría actuar como freno al ritmo de mejora que ha experimentado la rehabilitación de edificios de viviendas en los últimos años, aún muy por detrás del ritmo de los países de nuestro entorno europeo.

En cuanto a la accesibilidad universal de los edificios de viviendas, sigue siendo una asignatura pendiente para Europa, donde el índice de Alemania se sitúa en un 1,5%⁴ y el de Suecia en un 2,5%⁴, dato este último que cuatriplica el 0,6% de España. Por tanto, los datos denotan que estamos ante una grave situación, especialmente en los casos de viviendas que cuentan con vecinos con movilidad reducida o discapacidad.

En un país con un enorme reto en la rehabilitación integral de edificios, y con un parque de viviendas muy envejecido, la accesibilidad de sus edificios es un elemento clave más allá del medio ambiente, que resuelve el derecho fundamental de las personas con movilidad reducida de poder entrar y salir de sus casas de forma independiente. En consecuencia, la inclusión de la mejora de la accesibilidad con una mayor relevancia en el marco de las mejoras de rehabilitación “verdes” que están por venir en los próximos años de Europa, no solo beneficiarían el concepto arquitectónico de rehabilitación integral situándolos a niveles más cercanos a los de Europa, sino que, además, ayudaría a nuestra sociedad a preparar sus edificios para el aumento de la esperanza de vida de sus residentes donde la falta de accesibilidad de los edificios impacta directamente en las personas con movilidad reducida y limita la posibilidad de mantener una vejez digna en su propia casa.

Por tanto, tal y como se afirma en el documento de “Una ola de renovación para Europa – reverdecimiento de nuestros edificios, creación de empleo, mejora de vida⁵ ”: la lucha contra la eficiencia energética junto a la accesibilidad hace que los edificios sean más utilizables y sostenibles en el contexto de una población envejecida. La eliminación de los obstáculos a la accesibilidad es una obligación para la UE y para todos los Estados miembros como Partes en la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.

Por ello, es necesario que las actuaciones de rehabilitación integral del edificio se perciban como una mejora real de la calidad de vida, difícilmente alcanzable sin eliminar barreras a la movilidad en viviendas y edificios.
En este sentido, por medio de este Manifiesto queremos impulsar la accesibilidad universal en el marco de la rehabilitación integral de los edificios, y todos los firmantes solicitamos:

1. Que cuando se subvencione la rehabilitación de edificios de comunidades de propietarios con fondos procedentes de Europa sea obligatorio verificar previamente su nivel de accesibilidad ⁶ , y que, en caso de ser esta insuficiente, la subvención otorgada incluya los fondos necesarios pare que se lleven a cabo obras de mejora de la accesibilidad.

2. Que por parte de la Administración se estudien otras formas de incentivar la accesibilidad universal por medio de deducciones fiscales u otros sistemas, más allá de la subvención, que fomenten la realización de obras de accesibilidad para mejorar la calidad de vida de sus residentes, y a su vez incrementar el ritmo de renovación del parque de viviendas garantizando el derecho a tener una vejez digna.